Por fin ya tenemos aprobado el
nuevo Arbitrio sobre las Importaciones y Entregas de Mercancías (AIEM).
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Las Canteras |
Pero ¿Qué es el AIEM? Es un impuesto estatal indirecto monofásico, con un ámbito de
aplicación exclusivo en las Islas Canarias, y que grava las entregas de bienes
producidos en las Islas Canarias efectuadas por los productores de tales bienes,
así como las importaciones de bienes de similar naturaleza. La configuración del
impuesto se cierra con una serie de exenciones y reducciones.
Podemos decir, sin lugar a
equivocarnos, que el AIEM es una ayuda de Estado en todos sus términos con la
finalidad, más teórica que real, de dotar a las Islas Canarias de herramientas
que permitan luchar contra los problemas estructurales de la economía canaria:
aislamiento, costes de producción elevados, obligaciones de constitución de
existencias, reducida dimensión del mercado y escaso desarrollo de la actividad
exportadora, fragmentación geográfica, economías de escala poco intensas…
Como antecedente del AIEM hay que
indicar que sustituyó en 2001 al antiguo Arbitrio sobre la Producción e
Importación en las Islas Canarias (APIC) siendo un exponente de la diferente
tributación que las Islas Canarias han venido gozando desde la conquista
castellana desde el S.XV.
La regulación básica vigente la
podemos encontrar en el artículo
11 de la Ley 24/2001, de 27 de diciembre, de Medidas Fiscales,
Administrativas y del Orden Social, que deriva de lo recogido en la Disposición
Adicional 3ª de la Constitución de 1978 y que tiene su reflejo en el artículo
349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Hay que destacar que
el AIEM, junto con el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), constituyen
los pilares básicos de la imposición indirecta del Régimen Económico Fiscal de
Canarias (REF).
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Plaza de Las Ranas |
En nuestra opinión, el AIEM como
cualquier otra “ayuda” o arancel, supone, entre otros efectos, un incremento de
la recaudación de las Administraciones titulares del beneficio del tributo (52%
para los cabildos y ayuntamientos y el resto para el Gobierno de Canarias) con
todas las consecuencias perniciosas cuando el arancel recae sobre todo en
productos cuyas demandas con inelásticas y además produce un efecto perverso y
negativo para el consumidor final ya que, amparándose bajo justificaciones hipotéticamente
loables desde el punto de vista objetivo: protección de la producción
industrial del archipiélago, fomento del empleo local…, en la práctica produce
mayores tasas de desempleo, ineficiencia en la utilización de los factores así
como una evidente encarecimiento en el nivel de precios
general en las islas, ya que el AIEM supone de manera anual un recaudación
de casi 120
millones de euros (año 2013) que los canarios no pueden tener como renta
disponible con los efectos multiplicadores que esto puede suponer en consumo
directo.
Bien es cierto que con el nuevo
AIEM las partidas de productos sujetas al arancel van a pasar de 151 a 135, pero
la libre competencia se trastoca con el perjuicio para el consumidor.
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Playa de La Garita |
De todas formas, la polémica está
servida y en Canarias tenemos dos grupos de presión con intereses contrapuestos.
El grupo de los industriales, que defensores de mayor AIEM – arancel buscan que
el mismo no solo se mantenga sino que se aumenten los tipos impositivos con un
fin claramente proteccionista y por otro lado el grupo de los importadores/comisionistas
que buscan que el mismo disminuya para hacer así más competitivos los productos
que distribuyen.
Finalmente, el régimen jurídico
del AIEM ha sido bendecido por la Unión Europea mediante la Decisión 377/2014/UE, del Consejo, de 12 de junio, sobre el impuesto AIEM aplicable a
las Islas Canarias así como por la Ley 4/2014, de 26 de junio, del Parlamento
de Canarias y se extenderá desde el 1 de julio pasado hasta el 31 de
diciembre de 2020 con la presentación de un informe de seguimiento por las
autoridades españolas a más tardar el día 30 de septiembre de 2017.
Esperemos que para mis queridas
Islas Canarias este nuevo AIEM suponga una contribución decidida para el
fomento de la actividad económica local con el consiguiente aumento de los
niveles de empleo pero se nos antoja bastante difícil. El tiempo pasado desde
2001 prueba que ha sido lo contrario.