Una de las reformas propuestas en el Anteproyecto de
modificación de la Ley General Tributaria supone que desde la AEAT se van a
poner a disposición del público en general unos listados de deudores con la
finalidad de perseguir de manera más eficaz el fraude fiscal que sufrimos en
España.
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Los defraudadores más buscados |
La medida tiene una orientación de carácter preventivo a la
vez que educativo con la finalidad de coadyuvar al cumplimiento voluntario de
los deberes tributarios de los ciudadanos.
La publicación de los listados de morosos sólo se podrán
llevar a cabo en supuestos de hecho muy tasados y que se recogen en el nuevo,
siempre que se dé el visto bueno por las Cortes, artículo 95 bis LGT.
De esta forma la Administración tributaria podrá acordar de
manera periódica la publicación de listados comprensivos de deudores a la
Hacienda Pública por deudas y también sanciones tributario.
La publicación se podrá llevar a cabo cuando concurran los
siguientes supuestos:
- Que el importe total de las deudas y sanciones pendientes de ingreso supere umbral del 1.000.000€.
- Que haya transcurrido el plazo de ingreso.
- Que para las deudas y sanciones, siempre se representen al menos el 25% de la cantidad pendiente, haya transcurrido al menos un año desde la finalización del plazo de ingreso voluntario.
En caso de que exista un aplazamiento o suspensión de la
deuda no se llevará a cabo la publicación.
La información a incluir en los listados será la de la
identificación de los deudores y el importe conjunto de deudas y sanciones
pendientes.
El procedimiento de publicación es sencillo. Toda la
información y el cumplimiento de los requisitos de publicación se determinará a
31 de diciembre de cada año estableciéndose un plazo para reclamaciones o
rectificaciones de los contribuyentes.
Valoración: puede estimarse que es un paso importante
en la lucha contra la evasión fiscal pero no es menos cierto que el mayor de
los problemas de nuestra Hacienda Pública es la poca recaudación efectiva de
nuestro sistema fiscal a pesar de que la presión fiscal española es una de las
más elevadas de la OCDE. Es decir, pagamos pocos pero pagamos mucho.